Redescubriendo la vida a través del visor

Entre el cielo y la tierra

Si tuviese que elegir un lugar, y solo uno, en el mundo que me parezca bello y especial al mismo tiempo no dudaría en elegir Urkiola.

Será que de pequeña soñaba con la diosa Mari y veía su silueta tumbada sobre el monte Anboto. Será que ver sus montañas de piedra recortarse en el cielo me dejaba sin aliento… supongo que hay miles de motivos. Algunos de ellos inexplicables, pero que los sientes dentro de tí, un calorcito pequeño, que poco a poco se va haciendo grande, grande y más grande y te llena todo por dentro.

Dentro de Urkiola, hay un montecito, Saibigain, al que se accede fácilmente, pudiendo elegir un breve trayecto que llega a la hora escasa si te entretienes, o un trayecto de un par de horas o tres horas.

Este monte tuvo ha sido importante históricamente. En la guerra civil se peleaban por conquistarlo porque parece ser que por él dominabas una de las entradas a Bizkaia. Todavía se pueden apreciar los rastros de las bombas en su cumbre.

2 comentarios

  1. Ane

    Oso polita Maita! Leku berezia benetan.

    Me gusta

    19 enero, 2015 en 3:22 pm

    • Mila esker Anetxo. Bai!!! berezi-berezie geure Bizkaia maitean!

      Me gusta

      19 enero, 2015 en 3:29 pm

Deja un comentario